Reflexiones de verano
Sentir, notar como el aire sube por mi garganta y agarrarme al suelo, sonreír a medias, y cantar a voces, despertar en sueños, y saltar sin red, escuchar silencios y susurrar deseos, olvidar dolores y cerrar heridas, hablar sin pausa, jugar sin miedo, sentarse entre cojines y leer con gafas, llorar ensueños, temblar de frío, acariciar el tiempo, refrescar los pies, recuperar recuerdos, reír por culpa de los nervios, esperar acatarrada, volar sin besos, vivir de besos y sombrear los huecos, regatear unos euros, vender el perro y echarlo de menos. Y luego, volver, llegar, y ser yo.
Y entonces sí, de verdad, cantar a medias, cerrar cojines, hablar dolores, saltar silencios, despertar a voces, susurrar heridas, sonreír con lupa, sentarse sobre un montón de libros, vivir sin miedo, sonreír a voces, hablar sin tregua, olvidar colores, esperar deseos, despertar inquietos, caminar descalzos, notar como el aire recorre todo mi cuerpo y agarrarme al cielo, y esperar sentada, y conocer mis miedos, y volar sin alas, regatear engaños y recuperar enfados, reír conmigo, soñar heladas, crear regalos y sombrear mis besos, acariciar sus manos, y refrescar miradas, comprar un perro y llamarlo Pana. Y ser yo, otra vez yo, y para siempre yo.