A cámara lenta
Mi ingenuidad aún cree que llueve despacio
a cámara lenta,
en susurros
entre los pasos de ayer y de hoy,
sin motivo
a cámara lenta.
Esquinas vacías
-perdidas, ausentes-
retazos de lo que pudo ser y no fue,
historias dormidas y lluvia torrencial
o no.
Mi inocencia ha perdido las razones
y las esquinas
incluso las llenas,
en los inviernos mojados
y en la vida
a cámara lenta.
2 comentarios:
Cuando menos te lo esperas surge una lluvia torrencial en la que te desprendes del paraguas para empaparte entera.
Y pasa más a menudo de lo que esperamos...
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