Té con canela
Entonces me bastó con mirarlo a los ojos y saber que se había acabado, que el tedio nos había ganado la partida y los años nos pesaban en el aire y el silencio nos ahogaba con su voz, me bastó llegar aquí y decirle que ya nada podía ser igual, que lo nuestro no tenía solución, y verle llorar, suplicar, más tarde maldecir y hacer maletas y gritarnos mutuamente y un sé que en el fondo me amas, y me voy no quiero ser un estorbo, iré a casa de mi madre, no olvides apagar el gas esta noche y regar las plantas del balcón y dar de comer al gato, que lo nuestro no funciona puedo entenderlo, pero no te dejes comer por la casa que te conozco, cariño, y llámame para cenar algún día y lo hablamos con calma e intentamos afrontarlo como personas adultas y si es lo mejor para ti, puede que lo mejor para los dos, dejémoslo así y probemos a echarnos de menos y mejor seguir con nuestras vidas y empezar de cero que no nos vendrá mal.
Pero luego fue un echar de menos de repente su aliento junto a mi nuca y las velas de la habitación en Padua y el olor de su pelo en las noches de lluvia, recordar los nombres de las plantas del balcón y sus masajes para ojos cansados entre tormentas de caricias, y un no tengo paciencia, quizás de eso también se trata el amor, de aguantar y despertar y evitar la rutina, pero yo no tengo paciencia, y de pasar errores y de seguir queriendo a pesar de todo y con todo, y es que no tengo paciencia y no puedo seguir así toda la vida, mi madre ya lo decía, te vas a quedar sola, no sé soportar los errores del otro o no sé amar de verdad, quizás me esté equivocando y no lo sé, quizás una oportunidad más.
Y fue un verlo bajar con los bultos la escalera y perderle de vista y escuchar el rumor de pasos y escalones y el ruido de la calle al abrir la puerta principal y darme cuenta de que eso no era el final y escapar, y correr y perseguirle en la calle y pedirle que no se fuera y un pero si nosotros nos queremos y un abrazo, y ven que te ayudo, prepárame té con canela que yo no me apaño sola. Luego venir juntos a casa, deshacer maletas y hacernos el amor en el suelo del salón, y poner la música y volver al silencio, y odiar a ratos nuestra rutina, y empezar de nuevo, que esto no tiene sentido, que ya no tengo claro que nos ata, por qué estamos juntos si nos cruzamos y nos saludamos como desconocidos durante el desayuno, que ya han pasado cuatro años, puede que cuatro años con la persona equivocada o la que merezco, pero por qué no acabar con todo, si no fuera por los recuerdos, cenemos juntos, no tengo hambre, no me molestes, estoy trabajando, y respirar el olvido y volver a las noches a solas, y al dormirme en silencio y a oscuras y despertarme con el olor a colonia barata de mujer, y esperar al día siguiente, y dejarme acompañar por la almohada y rellenarla con lágrimas, y saber que se ha acabado, que el tedio nos ha ganado la partida, que los años ya nos pesan en el aire, que no tengo paciencia, y qué desastre, y escuchar la llave en la puerta y unas voces, y hacerme la dormida y tener paciencia y esperar.
8 comentarios:
Quizá un día tome té de canela para esos males y no solo para el dolor de estómago...
He reído y también me he puesto algo melancólico, hermosa entrada.
Saludos.
Definitivamente, tu blog estos días me deja un nudo en la garganta... ¿por donde andaras?
Un abrazo ahogado
Sencillamente ESPECTACULAR!!!
Me ha encantado, de verdad.
He probado a leerlo en voz alta, deprisa, casi tan deprisa como podía... y era increíble ver como las palabras salían practicamente solas.
Seguí mi instinto y leerlo rápido es a loq ue invita esta lectura. Me encantó, para mí refleja la rapidez con la que suceden las cosas. Cuando te paras a pensarlo, ves que es un texto sin ningún punto y a parte.
Besos!!
Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Ha merecido la pena.
Ay, qué ahogo, qué me quedo sin aliento, qué me lloro... qué bonito cuando lo triste te suena a poesía, davi.
Alucinante texto, vértigo es la palabra que me viene al leerte sin poder parar,, cada vez más deprisa y mira que es triste lo que cuentas pero de una forma tan especial...
Yo creo que después de todos esos momentos maravillosos, una segunda oportunidad no está de más...
Saludos ;)
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