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El padre del Efecto Mariposa
Hace dos años y 17 días, las palabras aparecieron por primera vez aquí. Aún tardó poco más de un año en incorporarse la mariposa a mi viaje pero el caos ya reinaba desde hace tiempo en este pequeño huequecillo del ciberespacio.
La frase que da nombre a este blog no está elegida aleatoriamente. Aún hoy -y espero que durante mucho tiempo más- sigo teniendo confianza ciega en la denominada Teoría del Caos que Edward Lorenz demostró hace 36 años, aún hoy creo que mi mundo está profundamente condicionado por los aleteos que pequeñas mariposas dan en el otro lado del planeta, incluso mi ciudad actual y todos aquellos que me rodean aquí, jamás habrían estado en mi vida si ciertas mariposillas no hubiesen actuado en mi vida o en la vida de otros...
Hoy, el hombre que demostró que ciertos sistemas tenían claros límites de predicción ha fallecido hoy a sus 90 años en su residencia de Cambridge, pero, por suerte, su Teoría del Caos, se queda con nosotros, al igual que su inconfundible mirada.
Sólo una persona capaz de mirar con los ojos de un niño, capaz de seguir sorprendiéndose con todo lo que tiene a su alrededor, sólo un gran observador nato, podría haber descubierto que existe una relación entre las partes de cada sistema, que esa relación es impredecible y que un segundo, un mínimo movimiento o una decisión aparentemente insignificante podían cambiar toda una predicción.
La frase que da nombre a este blog no está elegida aleatoriamente. Aún hoy -y espero que durante mucho tiempo más- sigo teniendo confianza ciega en la denominada Teoría del Caos que Edward Lorenz demostró hace 36 años, aún hoy creo que mi mundo está profundamente condicionado por los aleteos que pequeñas mariposas dan en el otro lado del planeta, incluso mi ciudad actual y todos aquellos que me rodean aquí, jamás habrían estado en mi vida si ciertas mariposillas no hubiesen actuado en mi vida o en la vida de otros...
Hoy, el hombre que demostró que ciertos sistemas tenían claros límites de predicción ha fallecido hoy a sus 90 años en su residencia de Cambridge, pero, por suerte, su Teoría del Caos, se queda con nosotros, al igual que su inconfundible mirada.
Sólo una persona capaz de mirar con los ojos de un niño, capaz de seguir sorprendiéndose con todo lo que tiene a su alrededor, sólo un gran observador nato, podría haber descubierto que existe una relación entre las partes de cada sistema, que esa relación es impredecible y que un segundo, un mínimo movimiento o una decisión aparentemente insignificante podían cambiar toda una predicción.
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El caos a veces nos desespera, es esa necesidad de darle un sentido lógico que en realidad no existe a todo lo que nos ocurre. Pero el caos es precisamente lo que da sentido a lo que no lo tiene. Y a veces, una casualidad se convierte en algo imporante o crucial. Bendito/maldito caos.
La vida toma sus derroteros en algunos momentos aislados, en algunos aleteos de mariposas. Afortunadamente, no tenemos todo bajo control.
Besos
Hasta cierto punto yo también creo que el efecto mariposa. Aunque no he leído la teoría conozco la formulación que popularmente todo el mundo conoce.
Felicidades por los dos años de blog.
Me alegra saber que haya más gente hablando de estas cosas, me estaba empezando a sentir en una burbuja.
Me gustó tu blog, no hay muchos que duren dos años, felicidades, al mío todavía le faltan un par de meses para llegar.
Saludos.
Cuando el caos entra a formar parte de un título, se vuelve todo sugerente, se impregna de función y trae a la vez esa magia indomable. Por eso pinché el link.
Lo siento por tu "gurú."
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