sábado, mayo 08, 2010

Estados de embriaguez

Dicen que la ebriedad y la embriaguez no son lo mismo, ni parecido. La diferencia está en dos o tres acepciones que el diccionario no contempla, la diferencia está en dos o tres copas de más que van desde una hasta la otra, dos o tres copas de más con las que se sienta a escribir una cuando ya no le quedan más fuerzas para dejar que la vida pase volando. La embriaguez es un paso más, es la cara de tonta que se me quedaba cuando veía como las gotas de agua hacían equilibrismos en tus pestañas o mientras escuchaba el silencio de la ciudad agarrada con timidez a tu mano.

Las imágenes vendidas no sirven para nada, son los recuerdos e incluso una sóla letra mayúscula en una firma lo que me arrebata la embriaguez que sin copas de más se queda en ebriedad a secas, que de nada sirve más que para rellenar almohadones con resacas a la mañana siguiente.

Ellos afirman que "y hicieron" no contiene faltas ortográficas y a mí se fractura el alma, por la mitad, y cae pedazo a pedazo como si la hubiesen golpeado con un martillo de feria. Me da igual lo que digan ellos, al final acepté aquella "y" no sólo como mi primera derrota dialéctica sino como la verdadera emoción que llega tras el primer round de una batalla, al comprender que se ha encontrado un competidor que está a la altura y que aporta un poco de riesgo a la contienda.

Esos sí eran momentos de embriaguez sin ebriedad, sin alcohol, sin copas de más, sin suspiros que se quedan atrapados en la boca y sin recuerdos, que se mezclan con las notas de una canción que odiabas, quizás no tanto, quizás sólo un poco, quizás sólo lo justo para darte cuenta de cuánto me importaba o para no notarlo siquiera, una canción que se quedó prendada a tus ropas, sin tu permiso y contra tu voluntad, ¡cuánta injusticia junta!


Era entonces cuando llegaban las consecuencias, y las resacas, las más duras, las de impotencia, las de no poder explicar con palabras lo más sencillo, ni siquiera entre dos cuerpos que siempre hablaron el mismo idioma, o al menos uno similar, uno entendible, uno o varios, pero que no obstaculizaban la comunicación y que obviaban las normas escritas de la conversación, tan innecesarias, tan inútiles en estados de embriaguez.


Mientras el agua en estado líquido tiende a gaseoso o a sólido, los estados de ebriedad no siempre alcanzan la cuota suficiente de embriaguez que a una podría alegrarle el día, y por el contrario se dedican a pintar escenas en blanco y negro, de un film caduco, insulso, que pone ante nuestros ojos imágenes de todo aquello que resulta inalcanzable, de todo aquello que nuestro poder adquisitivo no nos permite comprar, tan sólo para hacer hincapié en nuestras grandes faltas, en nuestras carencias y en nuestras lacras, y recordarnos lo infame que puede llegar a ser una resaca.

0 comentarios:

Son tiempos difíciles para los soñadores...
Creative Commons License

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Alnitak no se responsabiliza de las opiniones y comentarios vertidos por los usuarios. Cualquier sugerencia será bien recibida.


Ellos me contaron que...

Followers

  ©Template by Dicas Blogger.