viernes, junio 26, 2009

No sirvo

No sirvo. No sirvo para decirles a las personas que las quiero, que las necesito, que quiero que formen parte de mi vida, que me abracen, que no soy tan mala, ni tan dura, que a veces, sin ellos, no soy nada.

Yo no sirvo. Soy como el hombre de hielo de Murakami, frío, intenso, huidizo, rehaciendo una nueva vida en el Polo Sur, olvidando que están aquí, a mi lado, que no vivo rodeada de pingüinos famélicos que te comerían sin duda si cayeras a esta océano helado que me rodea en los días de lluvia. No sirvo para mantener a las personas junto a mí porque no soy capaz de demostrar mis sentimientos, después de dos frases ya se han ido, y ya me han dejado aquí con la palabra en la boca, cotorreando en voz alta que nunca les quise lo suficiente. No sirvo para decirlo, ni para demostrarlo, ni para conseguir que te enamores de mí y que tengas claro que te he elegido "one in a million" aunque ya no haya flores en mi ventana ni sea capaz de escuchar a Travis sin dejar caer una lágrima. Tampoco se me da bien aparentar imposibles, yo soy así, lo que ves, incoherente, contradictoria, indecisa, excéntrica, payasa, histriónica, melancólica empedernida, imposible. Yo no sirvo para prometerte la vida, no sirvo para asegurarte que mañana aún estaré aquí, que te seguiré queriendo, que te echaré de menos, que me moriré si no estás, que es el destino, que eres mi vida, que no te vayas, que aquí te espero. No sirvo para rogarte que te quedes, que inviertas en mí tu tiempo, que me llames a las tres de la mañana, y me despiertes y me cuentes un cuento de hadas que acabas de leer en una revista gratuita al volver en el último metro. No sirvo para que construyamos casas comunes, para hacer planes y que tu hermana me venda la parte de la casa que tiene contigo y acordemos en el contrato que tú tengas derecho de compra preferente, por si algún día dejamos de ser y estar. No sirvo, precisamente porque nunca lo tuve claro.

Yo sirvo para contar los lunares que tienes en la espalda hoy y bailarte a solas, sirvo para pintar tu cara con pintura de dedos, para perderme en ti, para quedarme dormida gracias a la nana que me canta tu pecho, para comprarte batido de vainilla o hacer tiramisú y transportarte en nuestra burbuja personal a visitar uno de los mejores atardeceres junto al mar, y para pasear de mano sólo si vamos caminando por la playa, para deformar las nubes sobre nuestras cabezas, para mirarte a los ojos muy de cerca y convertirnos en un único unicornio. Sirvo para enseñarte rituales para poder lanzar al agua anhelos propios y hacerlos realidad, y trazar un círculo muy pequeño entre tu signo y el mío, allá en el firmamento, y liberar a Orión y devolverlo a su Artemisa que en ningún momento quiso enviarlo al cielo. Sirvo para contarte teorías cada vez más locas, para desatar tormentas y vendavales si sabes darle rienda suelta a mis instintos, sirvo para prometerte esta noche, las dos próximas horas, para empezar hoy aquí contigo un amor eterno de dos días y renovar licencia de explotación si a su término aún nos queda amor pendiente de hacer o labios a punto de besar. Pero nunca tuve el tiempo suficiente de mostrártelo a ti ni a nadie, porque siempre espero que los demás digan lo que sienten e intento no decirlo ni hablarlo, porque yo no sirvo para nada de eso.

Sólo hay una cosa que tengo clara: sirvo para quererte, sin decírtelo nunca, más de lo que nadie te pudo querer, pero nunca me oirás reconocerlo en voz alta porque, la mayor parte de las veces, ni siquiera me doy cuenta de que está sucediendo, o quizás sí, y por eso, por miedo, prefiero callar.

Leer más...

miércoles, junio 10, 2009

Imposibles #2

Dos horas aún
me sobra el tiempo,
me falta el aire,
me falto yo.
Dos horas faltan
hasta aquel café con prisas
para dejar la tarde
transformada en noche
y perseguir presas alcanzables
como el guepardo
que sobrevive acechando
los sueños de los demás.
Dos horas
inimaginables, imposibles, eternas,
de releer a Cortázar
de entablar relaciones esporádicas
-y romperlas-
y volver a tu piel
rozando mi brazo junto a la mesa
a tu respiración en mi cuello
a tus dedos
dibujando la línea de mi nuca
y a suspirar el olor de tu pelo.
Dos horas de fallecer
en tus ojos negros
en tu palpitar inquieto
en tu ser hiperactivo
y escuchar la invitación
a una cerveza pendiente,
y dejarlo ir
y oir un hasta pronto
y pensar un hasta nunca,
y un te echaré de menos
y yo también.

Leer más...

lunes, junio 08, 2009

Imposibles #1

Lunes, sin más.
Las ganas bajo la almohada.
El hueco de tus ojos respira aún ayer
sobre mi pecho
y durmieron hoy tus arañazos
como látigos de besos arqueados
sobre mis muslos vacíos
de ti
de la noche vendida al mundo
regalada al tiempo
olvidada
como se olvidan los sueños cumplidos.


Lunes, a mi pesar.
El sueño reboza los párpados.
Me duelen los orgasmos relegados
a tu agenda
y los que guardaremos para ayer

como ya vividos
en la caja de Pandora
del deseo
y los que gastamos para mañana
sobre sábanas huidizas
cobardes
como las flores que se niegan a brotar.

Leer más...
Son tiempos difíciles para los soñadores...
Creative Commons License

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Alnitak no se responsabiliza de las opiniones y comentarios vertidos por los usuarios. Cualquier sugerencia será bien recibida.


Ellos me contaron que...

Followers

  ©Template by Dicas Blogger.